martes, 22 de abril de 2014

...y Lübeck

 Ciudad Hanseática. Fue varios siglos la "capital" de la liga Hanseática y conocida como la "Reina de la Hansa". El casco medieval de la ciudad fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1987. Aquí el mercado y ayuntamiento y los históricos almacenes de sal con la emblemática Puerta de Holsten...
 ...que alberga una exposición sobre la importancia de la ciudad a nivel mundial en la Edad Media.
 Igual o más conocido: la casa de los Buddenbrook. Famoso sitio literario y a la vez histórico, siendo la sede familiar de los Mann durante una epóca de la historia de la vida de la familia del autor nobel.
 Otra cara de la ciudad son sus callejuelas de los barrios marineros con tan ilustres nombres como esa: Petersilienstrasse (calle perejil).
 Muchas de ellas con perspectivas a una de las siete torres, con colores y terracitas hoy día muy codiciado lugar para vivir.
 Pienso en Lübeck, lo que primero me sale de asociación es mazapán. Es por la muy conocida pasteleria Niederegger. Claro que fuimos a probar sus tartas, la mayoría con su más famoso ingrediente.
 El casco antiguo de la ciudad se encuentra en una isla entre los dos brazos del río Trave siguiendo su cauce se llega a...
 ...Travemünde, traducido ni más ni menos que "Embocadura del Trave".
 Seguia un fantástico paseo por su puerto con típica arquitectura de verandas acristaladas y su playa...
 ...con las Strandkörbe, literalmente "cestas de playa", como se llaman los típicos sillones que protegen del viento. Puestos en línea como un ejercito prusiano a la espera del atáque de los veraneantes.
 Sigue sorprendiendo el contraste tan abrupto entre el mar salvaje y el paisaje tan suave e idílico que lo bordea.
 También Travemünde tiene su casco antiguo con iglesia y casitas monas...
 ...por cierto monas: Felices Pascuas!

Schwerin...

 ... es la capital de Mecklemburgo-Pomerania Occidental. No la conocíamos y como está a tan solo unos 200km de casa aprovechamos el largo fin de semana de pascua para prestarle una visita.

Llegamos Viernes Santo por la mañana justo para tomar un buen desayuno en el café ubicado en el edificio con aires de templo que se encuentra en la plaza mayor de la ciudad.
 Visita obligatoria en Schwerin es su castillo. Construido sobre una isla en el lago de Schwerin, cumple con cualquier exigencia disneyana.
 Preciosos jardines y parques lo rodean, en la orangerie se encuentra un bonito café...
 ...y tampoco falta la gruta, imprescindible elemento paisajístico de la epóca.
 Visto desde el otro lado del parque:
 El paseo por la ciudad por la tarde pasaba por sus pintorescas calles, la catedral y...
 ...otro de sus muchos lagos, el Pfaffenteich en este caso. Schwerin está rodeada de agua por todos lados por lo tanto forma parte del clásico programa de visita...
 ...una vuelta en barco, que hicimos el día siguiente por la mañana.
 Hizo un día esplendido el sabado, y decidimos añadirle a la ruta sobre el agua otra más sobre tierra y esta vez sobre dos ruedas (cada uno!).
 A medio camino nos encontramos con este pueblo museo que exhibe edificaciones historicas en un escenario ambiental muy idílico.
 Y a pocos metros más una torre mirador que permite sobrever todo el lago hasta la ciudad.
 Para volver se seguía todo el tiempo la orilla del lago.
Por la tarde devolvimos las bicis y nos pusimos en marcha hacia Lübeck, segundo destino de la excursión por el norte.